– ¡Cada año la misma historia! -se quejaban amargamente los duendes del bosque- ¡Qué ganas tengo de que acabe la temporada de castañas! -y con cuánta razón se quejaban aquellas pobres diminutas y criaturas.
Mientras tanto… ¡PROOOM! ¡BROOOMF! ¡PFFFF!
El cerdo a lo suyo.