Pantalones en el probador es un ejercicio protoartístico, bastante inmaduro pero simpático, un inocente juego de linea y mancha, de la época en la que, en la Facultad de Bellas Artes jugábamos a que eramos artistas y que estábamos a llenos de un talento a punto de estallar. Pero eso es otra historia, y las comparaciones odiosas… eramos tan jóvenes y tan tontainas… ¡Qué tiempos aquellos!