– Ese cerdo gordo de Chony se bebió una docena de cervezas y se escondió en los servicios -refunfuñó Tzak, el barman y propietario del bar local- ¡Pero si cree que se me va a escapar está listo! ¡Pienso vigilar esa puerta el tiempo que haga falta! -sentenció jactancioso.